viernes, 7 de abril de 2017

Por qué falló la TALIDOMIDA




Muchos habréis oído hablar del desastre de la talidomida, el fármaco que durante el siglo pasado causó malformaciones que hoy, según las estadísticas, sufren de 8.000 a 10.000 personas en toda Europa. Pero: ¿cómo un medicamento que podría haber resultado beneficioso para las mujeres embarazadas se llegó a convertir en el detonante de un gran desastre médico?

Pese a todo, la talidomida se sigue usando hoy en día. Su nombre real es (RS)-2-(2,6-dioxopiperidin-3-il)isoindol-1,3-diona (C13H10N2O4) y es un fármaco creado por la farmacéutica alemana Grünenthal GmbH. Inicialmente, entre los años 1958 y 1963 se comercializó como un calmante para las nauseas durante los primeros meses de embarazo, pero lo cierto es que desgraciadamente tuvo efectos secundarios. Tenía dos formas de consumirse: o una en la que lo hiciera la madre durante el embarazo o bien el padre antes de la concepción. De cualquiera de las dos formas los efectos nocivos del medicamento llegaban al feto: malformaciones congénitas, la focomelia.

 
El primer caso registrado de bebé con focomelia por el fármaco se dio en el hijo de un empleado de Grünenthal GmbH, en 1956; pero no fue hasta 1961, 5 años más tarde, cuando por primera vez se relacionaron las malformaciones causadas en los fetos con Contergan, el medicamento con el que se comerciaba la talidomida.

Investigaciones posteriores llegaron a la conclusión de que no existe un solo tipo de talidomida, sino que existen dos talidomidas, la R y la S, dos isómeros de la talidomida. Aquí entra en juego la química, un isómero es, de manera muy simplificada, un compuesto químico tiene dos estructuras posibles pese a ambas ser molecularmente idénticas. Los isómeros tienen los mismos componentes, los mismos tamaños, pero son como la mano derecha e izquierda, no son iguales, son simétricos. El efecto de la talidomida R es el efecto positivo, el que calma las nauseas a las embarazadas, y la talidomida S tiene el efecto nocivo del que venimos hablando todo el artículo, la focomelia en los fetos. Este es el aspecto de los dos isómeros:
La talidomida fue retirada en España en el año 1963, pero hoy en día se sigue usando. En los años 90 investigaciones americanas demostraron que la talidomida tiene un efecto muy positivo en el tratamiento del mieloma múltiple, un cáncer de médula ósea; y de lesiones de piel relacionadas con la lepra entre otros problemas médicos, por lo que pese a ser increíblemente perjudicial para el embarazo, es una ayuda real en los pacientes con cáncer.
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