Muchos habréis oído hablar del desastre de la talidomida, el fármaco que durante el siglo pasado causó malformaciones que hoy, según las estadísticas, sufren de 8.000 a 10.000 personas en toda Europa. Pero: ¿cómo un medicamento que podría haber resultado beneficioso para las mujeres embarazadas se llegó a convertir en el detonante de un gran desastre médico?

Investigaciones posteriores llegaron a la conclusión de que no existe un solo tipo de talidomida, sino que existen dos talidomidas, la R y la S, dos isómeros de la talidomida. Aquí entra en juego la química, un isómero es, de manera muy simplificada, un compuesto químico tiene dos estructuras posibles pese a ambas ser molecularmente idénticas. Los isómeros tienen los mismos componentes, los mismos tamaños, pero son como la mano derecha e izquierda, no son iguales, son simétricos. El efecto de la talidomida R es el efecto positivo, el que calma las nauseas a las embarazadas, y la talidomida S tiene el efecto nocivo del que venimos hablando todo el artículo, la focomelia en los fetos. Este es el aspecto de los dos isómeros:
La talidomida fue retirada en España en el año 1963, pero hoy en día se sigue usando. En los años 90 investigaciones americanas demostraron que la talidomida tiene un efecto muy positivo en el tratamiento del mieloma múltiple, un cáncer de médula ósea; y de lesiones de piel relacionadas con la lepra entre otros problemas médicos, por lo que pese a ser increíblemente perjudicial para el embarazo, es una ayuda real en los pacientes con cáncer.
Muchas gracias por leernos. Si te ha resultado interesante comparte el artículo para hacer llegar la ciencia a más gente cada día.
RELACIONADO:
No hay comentarios:
Publicar un comentario