miércoles, 6 de julio de 2016

Juno llega a Júpiter


Esto de lanzar sondas al espacio nos gusta mucho a los seres humanos. Parece que nos quedamos cortos con la investigación de nuestro propio planeta (que da mucho de sí todavía) y por ello nos tenemos que ir a otros mundos para ver como va todo por allí. Este es el caso de la sonda Juno:

El día 5 de julio de 2016 (ayer) la sonda espacial no tripulada Juno llegó a su destino final tras 5 años de viaje por las inmediaciones de nuestro
Sistema Solar, una órbita alrededor del planeta más grande de nuestro patio de vecinos, el gigante gaseoso Júpiter. No es de extrañar el nombre de la sonda, puesto que en la mitología romana Juno era la diosa de la maternidad, mujer del dios Júpiter que da nombre al planeta de destino.

El viaje de esta particular sonda se inició el día 5 de agosto del año 2011, recorriendo la friolera de catorce millones de kilómetros para poder incorporarse a una órbita polar de Júpiter, es decir, un recorrido orbital alrededor del planeta que pasará muy cercana a los dos polos.
Esto también tiene que ver con el objetivo de la misión, que con una duración prevista de 20 meses de órbita Juno tendrá el cometido de analizar la magnetosfera del planeta y su campo gravitatorio para tratar de esclarecer la composición interna del gigante gaseoso, que aún hoy en día sigue siendo un misterio. La búsqueda de agua y el análisis de la composición de la atmósfera del planeta irán también de la mano en la trepidante investigación que ha costado la friolera de 1.100 millones de dolares, fabricado por la multinacional Lockheed Martin y con un destino final de estrellarse en el propio planeta cuando acabe su cometido. Este cruel destino final es para no acabar estrellado con alguna de las lunas de Júpiter, que hoy en día son las más atractivas para los científicos para albergar vida, debido a su composición favorable para esto sobre todo en su propio interior. Si la sonda Juno llegase a alguna luna y la contaminase con alguna forma de vida que se hubiera colado y hubiera superado el proceso de esterilización de la sonda podría producir un desconcierto a la comunidad científica.




La nave ha sido equipada con elementos electrónicos capaces de medir los parámetros a investigar anteriormente mencionados, además de una cámara de luz visible que esperemos que pronto nos entregue fotografías del planeta y de la misión.

Se nos presenta una década muy interesante en la investigación espacial que va a estar llena de competencia sobre todo promovida por empresas del sector privado como SpaceX que están avanzando mucho en el abaratamiento de la carrera espacial, lo que nos va a dar un periodo de esclarecimiento científico sobre nuevos cuerpos celestes que se empiezan a presentar atractivos para la comunidad científica internacional, tales como nuestro compañero Marte y sobre todo el planeta enano Ceres.

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