lunes, 23 de enero de 2017

El ingenio de Évariste Galois

El artículo de hoy va a ser algo diferente a lo que solemos escribir normalmente, hoy nos vamos a centrar en un genio en particular, pero no en su obra, sino en su insólita y fascinante historia. Preparate para asombrarte con la vida de uno de los matemáticos más importantes de la humanidad, Évariste Galois:

Évariste Galois nació el 25 de octubre de 1811, en Bourg-la-Reine, Francia. Hijo de político francés partidario de Napoleón, su educación inicial fue llevada a cabo por su propia madre, que lo instruyó en el mundo de los clásicos, mientras que su educación académica comenzó en 1823, cuando Galois se matriculó en el Collège Royal de Louis-le-Grand, con buenos resultados tanto en latín como en griego. Sin embargo, suspendió retóricas y no tuvo más remedio que repetir curso, lo que le llevó a inscribirse, con 15 años de edad, a clases de matemáticas.
Galois fue durante toda su vida un muchacho rebelde que desde sus primeros instantes tuvo problemas con la autoridad por sus creencias personales.
No tardó en coger el gusto a las matemáticas, y destacando en ellas se interesó sobre todo en una de las áreas más novedosas y con más lagunas (por aquel entonces) de las mismas , el álgebra. Asi, Évariste Galois ya había decidido que quería ser matemático y entrar en la Escuela Politécnica, una prestigiosa institución de enseñanza. Sin embargo, fue rechazado en su primer intento de ingreso, lo que hizo que su rebeldía aumentara considerablemente. Aun así, Galois no desistió, y siguió aprendiendo matemáticas a un nivel tan alto que aun siendo estudiante, publicó un efímero trabajo sobre las fracciones continuas periódicas. Decimos efímero porque pronto se involucró en teoría de ecuaciones, sobre la cual trabajó para dar respuesta a una de las preguntas que más curiosidad suscitaba en el mundo matemático, las condiciones necesarias para saber si una ecuación polinómica es susceptible de ser resuelta por el método de radicales.
An example of Galois’ rather undisciplined notesCon toda la experiencia en matemáticas y todos los conocimientos adquiridos Galois decidió volver a presentarse al examen de admisión para la Escuela Politécnica, pero unas semanas antes del examen recibió la carta que le perseguiría toda su vida:"[...] me resulta difícil decirte adiós querido hijo, siempre he estado orgulloso de tí, un día serás un hombre célebre, se con certeza que ese día llegará, pero también se que los sufrimientos, la lucha y las desilusiones te esperan. Lo que me ocurrió no es accidental.[...] Serás matemático, pero las matemáticas, la más noble y la más abstracta de todas las ciencias, tienen sus raíces en esta tierra que vivimos, y te permitirán escapar a tus sufrimientos y los de otros hombres. Lucha hijo mío, más airosa y valerosamente que lo que yo hice". El suicidio de su padre le hizó mostrar conducta insolente frente al examinador, y rechazó a Évariste por segunda vez en su intento de entrar en la prestigiosa institución, lo que le llevó a colocarse finalmente en la École Normale. Durante este periodo escribió su trabajo sobre teoría de grupos, el cual trató de presentar para el premio nacional. En primer lugar acabó en manos de Cauchy como corrector, que lo rechazó, y en segundo lugar en manos de un corrector que enfermaría y fallecería sin puntuar el trabajo. Este nunca vería la luz.
Por sus ideas republicanas, Galois acabó en la cárcel con instintos suicidas y una profunda depresión por el vacío que le dejó su padre. Cuando salió, acabó enamorado de una joven de 17 años, que se distanció de él y terminó destrozándolo. Presumiblemente por el triángulo amoroso formado por la muchacha y un oficial de la Guardia de Artillería, fue retado a un duelo, probablemente de pistolas, del que no podía contar nada a sus amigos más cercanos.

La noche antes del duelo, temiendo su muerte, escribió varias cartas, una de las cuales, dirigida a su mejor amigo, tenía escrita las bases de una de las ramas más importantes de las matemáticas, la teoría de grupos. Sus últimas palabras a su hermano fueron :"No llores, necesito todo mi coraje para morir a los veinte años". Évariste Galois falleció el día 31 de mayo de 1832 y, efectivamente, esa carta escrita en las últimas horas de un muchacho de menos de 21 años dio respuesta a aquella intrincada cuestión que tenía al mundo de las matemáticas en vilo, y el resto, como suele decirse, es historia.





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