La energía oscura

Si dividieramos la masa total del Universo en unas 100 partes, la materia de la que estamos constituidos nosotros, nuestra casa, nuestro planeta, las estrellas y, en definitiva, todo lo que podemos ver, representa tan solo unas 5 partes de estas (tirando de la cifra hacia arriba). Las otras 95 partes restantes lo que constituyen realmente es un verdadero quebradero de cabeza para los físicos, puesto que no las podemos ver. No podemos garantizar su existencia, pero el Universo nos envía pruebas de que ahí están. Hoy vamos a hablar del "material" que constituye 75 partes en nuestro Universo, el más abundante de lejos: la energía oscura.



Hay conceptos que, pese a haber ido cambiando a lo largo de la historia la interpretación de los mismos, permanecen inmutables casi desde los inicios de la física clásica, allá en la época de Galileo. Uno de estos conceptos es la gravedad, que nos basta y nos sobra con la definición de Newton de la misma para poder introducir la energía oscura. Según Newton, en un sistema formado por varios cuerpos con masa se va a manifestar una fuerza de alcance infinito y siempre atractiva entre ellos por el simple hecho de que poseen masa. Esto básicamente quiere decir que la Tierra te atrae y tu la atraes a ella con una aceleración determinada. Bien, pues por esta misma regla de tres, los cuerpos celestes del Universo (planetas, estrellas, galaxias...) pese a estar separándose por la acción del Big Bang desde el inicio del todo(¿no?), deberían estar perdiendo velocidad en está separación, en esta expansión del espacio. La expansión del espacio debería estar decelerando para este acabar contrayéndose por efecto de la gravedad. Y ahora el más avispado de la sala preguntará ¿y lo hace?. Bueno, pues la respuesta es que no. El espacio se está expandiendo cada vez más y más rápido. Como la física de la gravedad que se usa hoy en día, la relatividad general de Einstein, no da respuesta a este extraño fenómeno, los físicos han imaginado que una energía muy particular lo está haciendo, está creando espacio: la energía oscura.

El hecho de que el Universo no sea estático y se esté expandiendo lo sabemos desde los inicios del siglo XX gracias al astrónomo Edwin Hubble, pero esta idea es algo con lo que Einstein en primer momento no podía vivir. Las ecuaciones de Albert Einstein predecían un Universo en contracción, y este al tener en mente la idea de que el Universo debía ser algo estático y eterno debido a sus propias creencias, introdujo una constante a sus fórmulas para garantizar este equilibrio, la constante cosmológica (Λ), pero al analizar los resultados proporcionados por Hubble se percató de lo que él asumiría como el error más grande de su vida, y retiró la constante de su teoría. El caso es que esta historia de drama y llantos tiene un final feliz, puesto que hoy en día se ha comprobado que la constante cosmológica puede ser usada para predicción de cálculos de expansión del Universo por energía oscura con una precisión del 10% gracias a la versatilidad de la relatividad general. La energía oscura fue por primera vez introducida en los 70, cuando Alan Guth la definió como una especie de presión negativa que procura la expansión, pero esta hoy en día representa una de las muchas posibles soluciones a los datos que el Universo nos está aportando. Mira que es caprichoso.

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